El movimiento en la música

¿Te mueves mientras tocas tu instrumento?

Físicamente un sonido se produce por una vibración o un movimiento de algo. Se necesita movimiento para producir música: el brazo que mueve el arco, los labios que vibran o el brazo del director indicando la dinámica.

El movimiento en la música. Piedra rodeada de arena. Reflexiones en psicología y música

La música es movimiento

A un nivel físico la música es movimiento, pero también es capaz de mover el alma. Lo que Bisquerra (2009) denomina como emociones estéticas se refiere a las que surgen ante una obra de arte, al escuchar algo placentero o al contemplar un paisaje.

En la música, es natural que un músico se exprese a través del movimiento, como si la coreografía acompañara a la canción. Así como un cuadro suele ser estático en su expresión, en la música el dinamismo y el movimiento son casi inevitables.

El movimiento es comunicación

¿Qué pasa con la comunicación que se genera a través de los movimientos corporales de los músicos? Mi padre siempre me decía antes de una audición en el conservatorio:

«¡muevete, que así tienes mas swing!»

Más allá del movimiento necesario para tocar un instrumento, este lleva consigo una carga comunicativa, incluso si no es intencionado. Además, permite interactuar con otros músicos mientras se toca.

Esto es evidente en un grupo de cámara o una orquesta. Cuando la comunicación fluye, los músicos se mueven al unísono con lo que están tocando. Cada uno expresa su relación con el instrumento mientras se conecta con los demás.

Este movimiento en equipo no es fruto de una coreografía ensayada, sino el resultado natural de una inevitable comunicación en equipo que se contagia y puede ser creada en el mismo momento del concierto.

El movimiento en equipo

D’Ausilio (2012) investigó cómo la comunicación cinestésica (movimientos del cuerpo) ocurre en las orquestas. Descubrió que los movimientos corporales desempeñan un papel clave en el liderazgo y la interacción entre los músicos y el director.

El estudio resalta dos elementos esenciales: la coordinación de la acción y la acción simultánea. Para lograrlos, es crucial tener un objetivo común (definido por el director o jefe de sección) y un intercambio constante de información. Esto ayuda a prever las intenciones motoras de los compañeros, casi como si los músicos pudieran «leer la mente» de los demás.

El movimiento y la comunicación en la música. Reflexiones en psicología y música

Cada músico construye un modelo mental del comportamiento del director y de los otros músicos, lo que le permite anticiparse y ajustar sus movimientos e intenciones. Esta comunicación multidireccional ocurre a gran velocidad, involucrando a todo el equipo simultáneamente.

Sin embargo, dependiendo del rol en la orquesta, esta comunicación varía. En algunos momentos serás líder, y en otros, seguidor.

¿El movimiento engaña?

En algunas pruebas de orquesta, se elimina el factor visual con un telón. Esto no solo evita favoritismos, sino que permite evaluar la musicalidad únicamente a través del oído.

Se dice que todo entra por los ojos, incluso a veces la música. Un músico estático en su expresión corporal puede estar produciendo una interpretación de altísima calidad, pero otro más dinámico podría ser percibido como más expresivo, aunque ambos estén al mismo nivel musical.

Incluso un músico que opte por tocar de manera estática generará emociones estéticas en sus oyentes. Sin embargo, el movimiento también es una forma de comunicación con el público, algo que no puede medirse detrás de un telón.

Pintura de colores movimiento y arte en la música. Reflexiones en psicología y música

El movimiento no solo es necesario para producir música, sino que conecta a artistas y público en una experiencia única. Ya sea en una orquesta, un grupo de cámara o en solitario, el dinamismo crea una conexión que trasciende las palabras.

Así que, la próxima vez que toques o escuches música, presta atención al movimiento: una parte del alma de la música puede que esté en su dinamismo.

Bibliografía

Bisquerra Alzina, R. (2009). Psicopedagogía de las emociones. Síntesis S.A.

D’Ausilio, A. et al. (2012). Leadership in Orchestra merges from the Causal Relationships of Movement Kinematics. PLoS ONE

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Publicado el

por Adrián Castro Capuz

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